“El encuentro más ansiado”
Durante los últimos tres años, debido a dichosa pandemia no pudimos disfrutar del ansiado Encuentro de Centros que se venía realizando cada año. Pero este año, por fin lo hemos podido retomar con mucho entusiasmo e ilusión por volver a encontrarnos de nuevo todas las casas.
Cuando nos dieron la noticia nos costó creerlo y pese a que todas no podíamos ir, nos apuntamos una gran mayoría.
Desde que nos lo dijeron hasta el día del viaje de ida estuvimos contando los días y cada chica con el personal de referencia hacían los preparativos.
Cuando llegó el gran día se palpaba un cierto nerviosismo en el ambiente, nos levantamos pronto y comenzamos con alegría y ánimo el viaje. Pese a que fue largo, se nos hizo corto pues cuando llegamos a Benavente (Zamora) nos esperaban las de Pamplona y comimos todas juntas. Después continuamos el viaje hasta Galicia junto a ellas ¡se nos pasó el tiempo volando entre risas y charlas!
Sobre las 6 y pico llegamos a la Residencia de Ocio y Tiempo Libre que estaba en la playa de Nigrán. Allí nos encontramos todos los centros de la Congregación y en donde veíamos alguna que otra cara nueva y echábamos en falta algunas que ya no estaban.
La residencia contaba con muy buenas instalaciones (biblioteca, Cafetería, Comedor, etc.) y las habitaciones eran muy confortables. Desde ellas se veía el mar (las islas Cíes), había un muy buen servicio.
Las comidas eran muy variadas, había para todos los gustos, probamos platos típicos gallegos como empanada y queso de Tetilla.
Al día siguiente fuimos a Creciente, fue magnifico, vimos todo el centro, tuvimos orquesta y juntas rezamos el rosario. El buen clima nos fue acompañando en cada momento.
El segundo día (4 de octubre) fuimos a Santiago de Compostela donde asistimos a la misa del peregrino que fue muy emotiva y vimos el impresionante Botafumeiro.
Comimos en un restaurante donde los platos eran de alta cocina y el servicio magnifico y allí se homenajearon a los dos centros (Petelos y Creciente) por su 45 y 60 aniversario respectivamente, motivo por el cual se decidió hacer allí el encuentro.
Cada casa en representación entregó unos regalos al resto de casas y después de la comida tuvimos tiempo libre por Santiago donde aprovechamos a comprar algunos recuerdos.
El día tercero, nos dirigimos a Petelos en donde también vimos la casa y tuvimos una actuación sorpresa, un Mago que nos hizo unos trucos magníficos. Toda la diversión se intercaló con el tiempo de oración, donde rezamos el rosario y tuvimos la Santa Misa, que fue muy participativa.
Como colofón otra orquesta, en donde bailamos como cosacas. Después, aunque cansadas también alegres nos despedimos de nuestras amigas y personal de Petelos y nos dirigimos a la residencia de ocio y tiempo libre, donde cenamos y pronto nos fuimos a dormir pues teníamos que levantarnos pronto para el regreso.