OS RECORDARÉ SIEMPRE

Echo la vista atrás, cuando hace unos meses las puertas del Centro Residencial Villa Santa Teresa en Gotarrendura se me abrían para vivir una experiencia insólita, llena de vivencias incomparables con lo ordinario.

En mis inicios tuve dudas sobre si mi persona ensamblaría con los engranajes de este lugar, si profesionalmente desarrollaría una labor útil y provechosa como enfermera y sobre todo si podía transmitir cercanía, seguridad y empatía a cada una de las usuarias que residen en dicha comunidad. Obvie lo que me causaba incertidumbre y temor para ofrecer mis conocimientos y saberes prácticos.

En mi trayectoria profesional nunca había sido participe del trato con personas con necesidades especiales, pero cuando apareció esta oportunidad repentina, no la quería dejar escapar, sabía que me llenaría de satisfacción. Ahora me siento privilegiada por haber formado parte de esta familia y haber recibido tanto cariño. Son numerosos los acontecimientos que en este sitio he vivido, copiosos los abrazos que a diario recibía y emociones indescriptibles las que he sentido.

Aludo a todo el personal que forma esta Congregación; dirección, psiquiatras, cuidadoras, servicio de limpieza, mantenimiento, cocina, fisioterapeuta, terapeuta ocupacional, psicóloga, podóloga… por el trabajo tan fundamental que desarrollan para cubrir cada una de las necesidades que las usuarias requieren con el fin de establecer una calidad de vida óptima para su bienestar básico y la mejora de la adaptación cotidiana.

Asimismo, admiro la forma de transmitir cada uno de los valores que el humano debe poseer para crecer con dignidad, honra, honestidad y felicidad desde la creencia religiosa, ideario originario de esta. La práctica diaria que las residentes realizan para embaucarse en el mundo místico con respeto personal y aceptación mutua.

            Agosto 2022

Paula Nieto Gómez